Charles Bukowski
De los últimos escritores malditos de nuestro tiempos, odiado por muchos y aclamado por pocos, toca la realidad más putrefacta del hombre de la ciudad, hay que vivir eso para saber a que huele el fracaso, y conocer la parte mas oscura de todo ser humano, pero quien tenga estomago y quiera vivir sin padecer los escarnios de la bajeza humana pues puede leer a Bukowski.
El libro de Bukowski, La maquina de follar, es una obra donde comenta la vida de un ebrio, desempleado, (recomiendo que si lo leen lo acompañen con una botella de su licor favorito, pues da mucha sed, además si pueden poner de fondo unos discos de Johnny Cash mucho mejor, sobre todo esa rola de nombre Folsom Prision Blues, muy recomendable.)
En alguna ocasión, pensé, que si han llegado a existir maquinas para follar, por que no puede existir una máquina del Derecho, y creo que cada día que pasa estamos mas cerca de dicha circunstancia.
Por que cada día que pasa, hay mejores servidores con mayor capacidad en memoria y capacidad para guardar toda clase de información, además los programas de hoy en día se puden hacer sobre cualquier cosa, entonces por que no, pensar que así como son los cajeros automáticos o las cajas que están en los estacionamientos, un día cambiemos a los jueces por maquinas.
Suena frió y desatinado. Pues quizá, pero por ejemplo, una maquina dificilmente se dejaría sobornar, y siempre seria imparcial, claro que el problema quizá más difícil es el criterio, los elementos de la justicia, a discernir, la parte de argumentación, si claro es la parte más difícil, sin lugar a dudas, pero toda esa información se puede ingresar y yo creo que pronto sera así.
Yo lo veo así, por ejemplo, hace algunos meses, un juez condeno a un par de jóvenes por que rayaron el anuncio de una calle, estos jóvenes le pusieron el asentó al anuncio de una calle, y eso basto como para que llegaran varios elementos de policía y los remitieran al juez cívico acusado de maltratar el mobiliario publico, estos jóvenes se dicen defensores de la ortografía, y sin mas fueron condenados con una multa por el delito que habían cometido.
Quizá una maquina hubiera hecho lo mismo, digo quizá. Vivimos en na época en donde todo se puede sistematizar, hoy se puede jugar ajedrez con tu computadora, puedes jugar go, puedes hacer transacciones bancarias, etc, por que no un día, la maquina nos juzgue.
jueves, 24 de diciembre de 2009
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